Lois Randall tenía 50 años cuando sintió unos dolores extraños en la quijada y cuello. Esta residente de Miami, a pesar de ser enfermera, rehusó ir a visitar a un médico y decidió tomar aspirinas. Cuando eventualmente visitó al cardiólogo, este le informó que había sufrido “un ataque silencioso del corazón”.
Randall, quien acababa de perder a su padre durante una operación de triple bypass, salió de la oficina del cardiólogo y decidió olvidarse del asunto. Así vivió por 12 años hasta que sufrió un pequeño derrame mientras estaba en su trabajo. Fue entonces que le hicieron una prueba de esfuerzo que no pasó y de ahí pasó a una cateterización.
Los médicos en el Hospital Baptist rehusaron darla de alta del del hospital. Allí estuvo 14 días recuperándose de una cirugía de triple bypass de unos orificios que le hicieron en el corazón para estimularlo a crecer. Randall tardó tres años en recuperarse totalmente.
Actualmente, con 67 años, se desempeña como coordinadora secretarial y de adiestramiento en una firma legal, y aconseja a sus amigas mujeres que no ignoren los síntomas de lo que puede ser un ataque al corazón: mareos, dolor en la quijada o dolor de espalda.
“No le quite importancia a unos síntomas que no le parecen normales”, comenta. “Vea a un médico lo antes posible”.
La historia de Randall es muy común. La Asociación Americana del Corazón, los médicos así como los defensores de la salud de la mujer, indican que la enfermedad del corazón es actualmente la principal causa de muerte para las mujeres, y les quita la vida a más mujeres que todos los tipos de cáncer combinados.
También intentan educar al público, y a médicos, en que los síntomas de un ataque al corazón suelen ser diferentes para las mujeres. Mientras los hombres por lo general experimentan el síndrome de lo que han llamado “el elefante sentando en el pecho”, las mujeres suelen sentir mareo, náusea, dolor en la quijada y el cuello, dificultad para respirar y mucho cansancio.
“Hace 20 años, las personas no reconocían que así como hay diferencias entre la fisiología de los hombres y las mujeres, también las hay en los corazones”, dice el Dr. Jonathan Roberts del Hospital Baptist. “Tratamos de crear conciencia en la comunidad y con los médicos, de que las enfermedades del corazón en las mujeres suelen ser diferentes de las enfermedades del corazón en los hombres”. Por esta razón, el Hospital Baptist, como muchos otros hospitales, cuando una mujer llega a la sala de emergencia con síntomas no específicos le realizan un examen de sangre particular que detecta si hay enfermedad del corazón, así como un electrocardiograma (EKG, por sus siglas en inglés), explica Roberts.
“Es estándar”, comenta. “Hace 20 años, más mujeres que hombres eran enviadas a la casa con síntomas no específicos. Ahora, buscamos un poco más”.
Desde hace 10 años la Asociación Médica Americana ha intentado crear conciencia sobre las enfermedades del corazón y las mujeres, comenzando con la campaña en el 2003 de Vista de Rojo por las Mujeres (Go Red for Women). La campaña solicita a las mujeres a través de la nación, que vistan de rojo el 1 de febrero para llamar la atención sobre el asunto. De acuerdo con la Asociación, se han salvado 627,000 vidas como resultado de la campaña y mueren 330 mujeres menos diariamente.
ULIE KAY
ESPECIAL/THE MIAMI HERALD
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