Por: Magnolia Flores Tapia
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Twitter: @lithiumdolly
El amor es el sentimiento más bello que existe por excelencia, complicado quizá, lleno de contrariedades pero capaz de unir historias y de despertar la curiosidad de científicos tal como lo hizo en Stephanie Ortigue, investigadora de la Universidad de Syracuse (Nueva York), quien reveló tras un meta – análisis que el enamorarse no solo provoca una sensación de euforia parecida a la que se tiene al consumir cocaína, sino que, también afecta a las áreas intelectuales del cerebro.
Ortigue, además, calculó que el fenómeno conocido como “flechazo” tarda aproximadamente un quinto de segundo en surtir efecto y todos esos resultados fueron publicados bajo el título “La neuroimagen del amor” en la revista “Journal of Sexual Medicine”, revelando así que cuando una persona se enamora hasta 12 áreas del cerebro trabajan en conjunto para liberar sustancias químicas que inducen euforia, tales como la dopamina, oxitocina, vasopresina o la adrenalina y que “diferentes tipos de amor implican a distintas áreas cerebrales”; por ejemplo, ‘el amor apasionado’ activa las zonas relacionadas con la recompensa y algunas funciones cognitivas superiores como las relacionadas con la creación de metáforas y en la representación de la imagen corporal.
Ante esto surge la pregunta, quién tiene más qué ver en el proceso de enamoramiento, ¿el corazón o el cerebro?... “Yo diría que el cerebro, pero el corazón también está implicado” – responde Ortigue quien como ejemplo pone ese momento en que se generan cascadas de neurotransmisores en ciertas zonas del cerebro, el corazón se acelera y aparecen las ‘mariposas” en el estómago.
Todos estos estudios se dice que serán de gran ayuda, pues al conocer cómo nos enamoramos se podrá averiguar también cómo “pegar un corazón roto” por mal de amores.
Y ya que hablamos del amor, qué tal si recordamos algunos amamantes famosos con trágicas, apasionadas e inspiradoras historias.
CLEOPATRA, JULIO CÉSAR Y MARCO ANTONIO
Cleopatra fue una gobernante joven, a los 18 años y casada con un hermano bastante menor (las bodas entre hermanos o familiares eran comunes para mantener el poder en los clanes familiares) estaba claro que quería reinar Egipto sola, así que con la ayuda de Julio César destituyó a su hermano – esposo, así que una vez que quedó como soberana exclusiva, se convirtió en amante de quien la había ayudado a obtener lo que deseaba.
Los escritores describen su relación como arrolladora; pasaban la mayor parte del tiempo juntos, hacían largas fiestas, banquetes reales, viajes por el Nilo e incluso se dice que César exclusivamente por amor, entró a una guerra complicada en Egipto contra Pompeyo en la que incluso puso en peligro al imperio romano. Ella lo siguió a Roma e incluso tuvieron un hijo llamado Cesáreo.
Cuando Julio César fue asesinado Cleopatra huyó de Roma. Con fines políticos que estaban relacionados con el apoyo mutuo ante sus enemigos ella se entrevistó con Marco Antonio, quien tras las primeras entrevistas entre ellos decidió quedarse a vivir en Alejandría cerca de Cleopatra, naciendo así el amor y cosechando el triunfo, volviendo así, triunfantes a Egipto; después de un tiempo se casaron, lo cual desató bastantes problemas sobre todo con Octavio quien entonces regía Roma y decidió destruirlos.
Hay quien dice que Marco Antonio al estar con Cleopatra parecía no estar en posesión de sus facultades mentales, estar bajo los efectos de una droga o brujería, siempre estaba pensando en ella en vez de pensar en vencer a sus enemigos.
Ambos tuvieron dos hijos, gemelos: Alejandro Helios y Cleopatra Celene. Y al final su destino se tornó trágico, aunque los finales difieren, uno de los más sonados dice que cuando Marco Antonio fue enterado de la muerte de su amada, cumplió la promesa que hicieron de que “uno seguiría a la muerte al otro”, así que, se quitó la vida.
DANTE Y BEATRIZ
(Dante Alighieri y Beatriz Portinari) El primer encuentro entre estos dos amantes se produjo cuando tenían nueve y ocho años respectivamente; eran vecinos pero a penas coincidieron y se dirigieron la palabra, lo que no evitó que se alimentara la mente del escritor para escribir sus grandes obras “La divina comedia” y “La vida nueva”.
PEDRO I DE PORTUGAL E INÉS DE CASTRO
La política y el amor parece no ser buena mezcla, para muestra la historia de Pedro e Inés, misma que fue truncada por el padre de él, quien vio peligrar el poder de su hijo y mando matar a Inés.
Ellos se conocieron porque Inés era parte de la corte de Constanza la esposa de Pedro, quien falleció al dar a luz a uno de sus hijos, tomando así la relación entre Inés y Pedro un carácter muy distinto al que había tenido, debido a que se casaron santificando su unión ante el obispo de Guarda y algunos servidores, aunque ningún documento pudo presentarse en el cual se probara dicho matrimonio, tampoco se especificaron los derechos que adquiría la nueva esposa y sus hijos e incluso tampoco hay quien pueda asignar una fecha exacta para esa clandestina unión.
La parte novelesca de la unión dice que tiempo después del asesinato de Inés, cuando Pedro subió al trono de Portugal, él mandó exhumar el cadáver de su amada, la sentó en el trono y la hizo coronar, obligando así a los cortesanos a rendirle los honores debidos a una reina; lo cual más bien podría ser una deformación de la tradición que consistía en crear imágenes de los soberanos, mismas que eran colocadas encima de las tumbas, así que quizá era esa imagen la que fue colocada en el trono. Lo que sí fue un hecho es que los funerales de Inés fueron suntuosos, sus restos colocados en una tumba de mármol blanco con una efigie coronada y cerca de dicha tumba Pedro hizo construir la propia, disponiendo que los catafalcos se tocaran los pies, para que de este modo el día de la resurrección, al levantarse, su primera imagen a contemplar fuera la de su Inés.
JUANA “LA LOCA” Y FELIPE “EL HERMOSO”
Dos de los amantes más famosos de la historia con una de las historias más tormentosas e impresionantes.
La educación de Juana estuvo marcada por la severidad, tanto por parte de sus padres como de sus maestros y pronto se manifestó en Juana el deseo de hacerse monja, sin embargo, sus padres tenían otros objetivos para ella quien era muy atractiva, así que, cuando cumplió 16 años fue comprometida con el archiduque Felipe de Austria quien era conocido como “el hermoso”, dicho enlace era parte de la política exterior de los reyes católicos (padres de Juana). La boda entre ambos jóvenes fue celebrada prematuramente, ya que, ambos sintieron una gran atracción con solo verse y deseaban consumar el matrimonio cuanto antes. Aún así, con todo y el matrimonio la actitud conquistadora de Felipe no cesó, las infidelidades surgieron y con las mismas, los celos de Juana, quien no estaba dispuesta a permitir dichas actitudes así que también había múltiples enfrentamientos entre ellos. Aún así, tuvieron 6 hijos.
La historia de Juana y Felipe iría hacía su final cuando a principios de septiembre de 1507 después de que él practico deporte bebió agua helada y cayó enfermo, mal del cual nunca se recupero muriendo en 25 de septiembre del mismo año; a partir de ahí Juana dio muestras de enajenación mental, puesto que no se aseaba y al principio iba acompañada del féretro de su marido a diversos lugares, así que fue encerrada en Tordesillas donde paso el resto de sus días siempre vestida de negro hasta que murió tras 46 años de reclusión, mismos que paso sin asearse ni cambiarse nunca de vestido.
MUMTAZ MAHAL Y SHA JAHAN
Amor hasta la eternidad sería la frase que podría describir a esta pareja. Mumtaz Mahal fue una princesa persa quien contrajo matrimonio con el magnífico guerrero y emperador Sha Jahan, con el fin de afianzar la paz entre los dos pueblos, sin embargo él se enamoró perdidamente de ella, quien no era su única esposa, pero sí era su favorita debido a su encantadora belleza, su candor y bondad.
Durante su vida él erigió magníficos palacios en honor a Mumtaz, quien a su vez era muy querida por su pueblo, ya que intervenía a favor de viudas y huérfanos. Ella fue madre de crianza de Iranar (una de las poetisas y bailarinas más famosas del siglo XVII) y con Sha tuvo 14 hijos, de los cuales fallecieron 7 al nacer y así fue precisamente como en el parto del decimo cuarto hijo (que fue una niña) falleció debido a las complicaciones. Tras la muerte de ella se decretó luto nacional por dos años y él sumido en un inmenso dolor abandonó su vida de lujos y dedicó el resto de su vida a la construcción de la tumba de su esposa, el maravilloso Taj Mahal, en el cual trabajaron alrededor de 20 mil obreros indios y persas durante aproximadamente 20 años. Actualmente ahí es donde reposan los restos de esos dos grandes amantes.
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